Carmen Colivoro y su Prodigioso Pincel


Conozca aquí algo más sobre la vida y obra de una de las artistas plásticas más destacadas de Puerto Natales. Sus impresiones respecto al arte actual y los pro y los contras de ejercer ese oficio en un país como el nuestro





Carmen Rosa Colivoro Coliboro, casada y con dos hijos, es seguramente una de las figuras más destacadas de la actividad cultural en Última Esperanza. 

Con un talento natural para plasmar los distintos motivos pictóricos que ejecuta, sorprende por el nivel de perfección que logra, solo comparable a una humildad que la hace ser aún más grande. Para comprender mejor las bondades de su talento, a continuación expondremos una serie de recuerdos y reflexiones que nos ayudarán a entender en toda su magnitud la admiración que se ha ganado entre sus pares, tanto de Puerto Natales como de otras ciudades alejadas de su original urbe. Un lujo para nuestra revista, una pintora de verdad, una maestra dispuesta a compartir los momentos que la han marcado a lo largo de su vida. Aprendamos:

-”Empecé a dibujar y a pintar instintivamente como a los cinco años de edad. Nadie me dijo que yo tenía ese don. Recuerdo que mi primer dibujo fue un martillo, el que hice tras robarle una hoja y un lápiz a mi hermana y hacer copiado de memoria el primer objeto que vi en un libro. En ese momento me di cuenta que eso me hacía sentir bien y que para mi era algo importante.”

-”Desde pequeña admiré a Leonardo da Vinci. A los ocho año vi “La Gioconda” por primera vez y me sentí cautivada. A esa edad también me atraían mucho las pinturas del maestro chileno Pedro Lira.”

-”Pienso que el talento es algo genético. Recuerdo que mi hermana mayor, ya fallecida, también tenía este don, heredado seguramente de mi padre. Mis dos hijos también tienen afinidad con la pintura y el dibujo”.

-”Nunca valoré el arte, porque nunca me enseñaron a valorarlo. El arte era algo secundario en el colegio. Recuerdo que los profesores sacaban provecho de mi talento cuando necesitaban mi ayuda, y después se olvidaban de mi. Jamás me orientaron ni me ayudaron.”

-”En mi época de estudiante fui discriminada pero en un sentido inverso: es decir, los profesores sabían que mi padre tenía un buen sueldo y se despreocupaban de mi, en cambio, ayudaban a mis compañeros más modestos desde un punto de vista económico, pero con menos talento que yo. Acá no hay motivación para pintar, ya que los colegios nunca se preocupan del arte.”

-”Yo dejé de pintar al salir del liceo. Ni siquiera mi esposo sabía que yo pintaba. Solo retomé el dibujo y la pintura a la edad de 33 años, cuando mis hijos ya estaban grandes.”

-”Durante muchos años sufrí una severa depresión, que solo pude superar al experimentar una experiencia sobrenatural que me ayudó a conocer el significado verdadero del amor y la paz. Recién ahí tuve la tranquilidad necesaria para dedicarme a la pintura,”

-”En esa época participé de un concurso nacional de pintura militar, y obtuve el cuarto lugar, pensando el jurado que yo era una pintora profesional.”

“He participado en un par de talleres con distintos resultados. En el primero, con Marcia Silva, aprendí el uso de las diversas técnicas de pintura (óleos, acrílicos, pastel). Posteriormente, en el campus Natales de la UMAG, la monitora me denostó, pues al mostrarle mis pinturas y consultarle si tenían algún valor, me recordó que yo no tenía un título profesional. Aún así, igualmente me incorporé a dicho curso.”

-“He participado de muchas exposiciones colectivas acá en Natales. A futuro planeo hacer una primera muestra exclusivamente con mis trabajos.”

-”Por motivos de estudios de mis hijos, viajé hace algunos años a la ciudad de Córdoba, en Argentina. Allá he tenido todas las oportunidades desde el punto de vista artístico que no tuve en mi propio país. Los argentinos te motivan y te ayudan a superarte, Planeo volver en algún momento, pues me ofrecieron la opción de estudiar arte en una universidad argentina. En Natales intenté muchas veces crear proyectos, pero nunca fui bien acogida.”

-”Chile es un país muy pobre en cuanto a cultura. Cruzando la frontera se nota otra disposición. Pienso exponer en Buenos Aires, pues, junto a Estados Unidos, Argentina es uno de los dos mejores países donde comenzar una carrera artística internacional, con precios acordes a tu trabajo y coleccionistas de todo el mundo.”

-”Lamento mucho que acá en Natales exista tanta gente con talento desperdiciándose , sin tener siquiera las mínimas oportunidades de demostrar sus cualidades artísticas. Es por eso que algún día me gustaría tener mi propio taller para compartir lo que he aprendido.”

-”Hay veces en que veo mis pinturas y no puedo creer que yo las haya hecho”.

Las experiencias compartidas por nuestra entrevistada nos enseñan que la constancia, el trabajo y la humildad, unidos a un innegable talento, son la fórmula perfecta para desembocar en una completa realización artística. Su trabajo, alejado de toda falla, crea imágenes cercanas a la perfección, que aún en la actualidad y pese a todos esos movimientos creados para destruir la fascinación de lo figurativo, no dejan de asombrarnos y enorgullecernos. Nuestra revista agradece la confianza depositada por doña Carmen Colivoro en la realización del presente articulo.



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