La Verdadera Fiesta para Magallanes




No vamos a descubrir la gran cosa al decir que Magallanes es una arcadia recóndita en los confines del planeta y que, por un azar geográfico, forma parte administrativa y políticamente de un país llamado Chile. 





En lo medular e identitario, los magallánicos compartimos un sentimiento separatista e independentista moderado pero creciente con relación al gobierno central y el resto de nuestros compatriotas, que tan poco saben de nosotros, llegando a suponer que los milodones están vivos y los pingüinos son nuestras mascotas. Es evidente –y no hace falta ser un pitoniso ni experto cientista político para afirmarlo- que las políticas que históricamente el Estado ha ido implementando para hacer de nuestra región una zona efectivamente integrada y participe del acontecer nacional, han funcionado solo de manera relativa, y otras muchas derechamente han fracasado. Nuestra sensación de aislamiento no es la de antaño, es cierto, pero tampoco debemos engañarnos. Somos una región estratégicamente clave desde varios puntos (fundamentalmente económicos y de soberanía), lo que nos asegura cierta atención desde el centralismo, pero más allá de ese interés no hay nada.



Si la gente Rapa Nui procura independencia, si el pueblo Mapuche procura independencia, si Magallanes procura independencia… ¿No tendrá el Estado que hacer un reflexivo mea culpa y replantear sus políticas, acciones y omisiones? Parece de Perogrullo hacerlo, mas no ha ocurrido así. Muy por el contrario, seguimos siendo la foto postal ideal para adornar los sitios web de SERNATUR y los insípidos libritos del bicentenario, pero más allá de ello no se esconde ningún sustento, ninguna valoración real y lo que es peor, ningún afán por transformar las cosas y hacer de una farra histórica una posibilidad cierta de progreso.



Así las cosas, el gobierno de turno ha venido a hacernos las cosas más difíciles con una inesperada y abusiva alza en las tarifas del gas. Y como si con ello no bastara, autoridades oficialistas de los más diversos pelajes y procedencias se han dado el lujo de increparnos, basurearnos, calumniarnos e insultarnos. Pienso por ejemplo, en la expresión burlona del Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter al ser consultado por el periodista Matías del Río acerca de nuestra consigna “República Independiente de Magallanes”, añadiendo que “todos los chilenos somos iguales y ningún grupo puede tener privilegios. ¡Nada de República Independiente”.



Por cierto, Hinzpeter y la “locuaz” Vocera de Gobierno, Ena Von Baer han sido los más decididos a la hora de hablar de nuestro “trato preferencial” y de los razonables  $22.000 mensuales que cuesta, en promedio, el gas residencial en la región. Evidentemente, las cifras que la gente de Piñera maneja no se condicen con las boletas que uno mensualmente debe pagar, que fácilmente superan los $40.000 durante gran parte del año. Queda entonces pensar que, o Piñera está siendo mal asesorado (como ha sido la lógica de su pésima gestión), o derechamente está falseando información para, como es su costumbre, distraer a la opinión pública. “La gente que paga $22.000 por el gas en Magallanes, en Santiago estaría pagando $190.000”, ha sido otro de los argumentos entregados por el Gobierno. ¡Vaya que desinformados están, amigos! Aparentemente no se han dado cuenta de algunos puntos: en Santiago no se produce gas, y en segundo lugar, ¿es comparable el clima de la zona central del país con el de esta zona extrema? Sabido es que el señor Piñera no tiene mucha pericia en asuntos de historia y geografía, por ende, seguramente desconoce que aquí el clima es frio y casi no tenemos verano. Sería bueno que se pegara una vuelta un día de estos.



Más lamentable y preocupante aún, nuestras autoridades de turno nuevamente parecen carecer de cualquier experticia en asuntos económicos y además no guiarse ni remotamente por el sentido común, al no anticipar (o no querer hacerlo) el efecto dominó que nos espera a los magallánicos con un alza tan significativa en las cuentas de gas. Transporte, electricidad y pan, más un etcétera de alcances inesperados son los costos colaterales que los pobladores deberemos afrontar con nuestros bolsillos tan paupérrimos como de costumbre.



Afortunadamente, la comunidad magallánica ha sabido mantener la dignidad, la cohesión y la voz en alto. Miles de manifestantes han hecho público su repudio y se han alzado, como hace tiempo no ocurría, contra los abusos descarados. Magallanes no se vende, nunca lo ha hecho y no será esta la ocasión. Con multitudinarias manifestaciones ciudadanas -algunas prolijamente organizadas, otras improvisadas por simples vecinos-, la región se ha paralizado de manera pacífica pero enérgica, dejando en jaque al Gobierno Central y a las autoridades locales, y demostrando además un sentido de unidad regional casi familiar que seguramente Piñera y sus secuaces no esperaban. El mítico “Puntarenazo” anti-pinochetista ha hecho eco en la firme decisión de una ciudadanía cansada del sometimiento y de tener que pagar regalías por hacer patria en una de las geografías más inhóspitas del orbe.



Así, Puerto Natales, Punta Arenas, Porvenir, Torres del Payne y otras localidades de nuestro confín terráqueo se han repletado de banderas negras, no como una señal de repudio al alza del gas, sino como un símbolo de duelo ante la inminente muerte de nuestra chilenidad y nuestra desvinculación con todo nexo centralista. Por esa digna mas no por ello menos dolorosa situación, se han encendido barricadas, se han despoblado calles y comercios, se han bloqueado los caminos y se ha intentado convencer al mundo de que nuestra existencia es real y no postal y que el frío aquí puede congelarlo todo salvo nuestra cojonuda sangre.



“A los magallánicos se les acabó la fiesta”, dijo el recientemente renunciado Ministro de Energía Ricardo Raineri. Nosotros le tenemos una noticia diferente: A ustedes, políticos, autoridades y empresarios ineptos, “reguleques” y poco leales, se les está terminando la fiesta. ¡Y la de Magallanes recién está empezando, mierda!




1 comentario:

  1. que linda la foto del articulo!!!!sera porque es mi sobrina?jaja.participo en cada una de las actividades, como no iba a salir en una. gracias

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